sábado, 30 de abril de 2011

ENTREGA FINAL

Pensar con los ojos

    Tengo mucho de que hablar sobre este trabajo. Primero personalmente fue de mi absoluto deleite, honestamente lo disfrute mucho, a pesar de que muchas veces se me plantearon mil dificultades a nivel tanto estético como personal, pero fue un desafío que acepte con mucho placer. Al final de cuentas me siento realizada en un montón de aspectos, y espero poder usar estas herramientas de aquí en adelante.

    La consigna fue mostrar, describir un lugar que nos represente. Mi primera idea fue ir a uno de los lugares que más me gusta fotografiar, el cementerio. Cuando viajo suelo siempre emperrarme por ir a ellos, me encanta la mística que los rodea, el vuelco de las vidas de cada persona en cada una de sus tumbas, las diferencias culturales que se marcan entre cada una, los pequeños detalles, las historias que cuentan... en otro momento subiré algunas de las fotos que tome de ellos. Pero a pesar de mi fascinación por estos lugares aprendí que lo que nos fascina, no siempre nos representa. El cementerio por más increíble que me parezca -como dije antes en el otro post- no pulsa vida, pasión, amor, alegría, y si no pulsa estas cosas ¿realmente me representa a mi Julieta? bueno, claramente no. Además de cometer el error de haber elegido el cementerio mas común a nivel fotografía por su extremada recurrencia por los aprendices y amateurs del oficio, como yo.

    Al salir de esa clase en la que me rebotaron claramente mi lindo cementerio, y me dijeron replantéate las cosas nena. Me encontré honestamente en una gran cuestión, ¡¿y ahora a donde corno voy?!, pase por el casino flotante, el hipódromo, mercado de las flores, un matadero de vacas, el edificio de las torres de Sisi, el Borda, el cementerio de la Chacarita, la estación de policía, la ciudad de los niños (a la que casi voy, pero honestamente se me complicaba terriblemente el transporte), la confitería la Ideal, la estación de retiro, un basural, y bueno un par más. Hasta que decidí enfocarme en mi barrio, el cual amo, y tratar de plantearme quien soy, que cosas viví, mi manera de ver el mundo, ver en que lugar podía volcar todas aquellas cosas de las que hasta ese momento era consiente, y así es como fui al Mercado de San Telmo. Me auto-cito "Mis padres y el resto de mi familia son todos Argentinos, pero yo nací en Perú, y desde mis tres años vivo aquí en pleno Buenos Aires. (...) Es por eso que me identifico con el mercado por tener historia, tener diversidad, tener color, ser intenso, ser alegre, ser pasional, por tener siempre pulso y pasión por la vida".

    Una vez que encontré mi lugar, mi idea fue ¡a exprimirlo! Clases siguientes, mazos de fotos. Pero el problema no era la cantidad o la calidad, si no el enfoque. Este problema me costo mucho asimilarlo, entender de que no estaba enfocada en nada en realidad y que le sacaba fotos a todo aquello que me llamaba terriblemente la atención. Que no esta mal, esta bueno, pero el impulso debe estar focalizado, debe tener intensión, reflexión, debe ser un intento de respuesta a la pregunta ¿QUÉ TE INTERESA? Desde que me la plantearon, como conté antes, no paro de preguntármela antes de hacer algo. Pero también entendí, que por ahí nunca llegue a responderla verbalmente, pero que al planteármela, algo en mi lo intentará o lo hará, ahora o en años. 

    Cuando Valansi me planteó esta pregunta, también se me dijo, buen ojo en lugar común. Otra vez me encontraba en la cuestión ¿cambio el lugar? Entonces decidí ir a la Bolsa de Valores de Buenos Aires. Fue toda una aventura bastante agradable y reafirmante de mi linda carrera. Pero a este lugar más que buscar que me represente, fui de pura inquietud. Haciéndome siempre mi pregunta mágica, esta vez me plantee ¿Que pasa en la Bolsa de Bs. As. en la actualidad? Este lugar se supone que debería estar lleno de gente, gritos, papelitos, sonidos de teléfono, etc. Pero en cambio me halle con una de las grandes consecuencias de Internet. La Bolsa casi vacía, habitada con quince de viejos adictos a los números, a las tablas de valores, y a sus rutinas.  

    Gabriel R. al ver mis tomas de Bolsa, me hizo entender el buen avance obtenido, de alguna manera había conseguido dejar de mostrar todas las cosas que me llamaron la atención, y pude expresar el lugar, de una manera relativamente buena en una sola toma de fotografías. El día de la preentrega, me planteo entregar con la serie del Mercado también una de la Bolsa. Le mostré nuevamente estas fotos y ambos  estuvimos de acuerdo en que no estaban para hacer otra serie de cinco, que intentara ir de nuevo. Pero la gente de prensa de este lugar no me respondió con la agilidad que pretendía que lo hicieran, y al estar con el tiempo justo, le propuse a Gabriel presentarle una serie de tres fotos de la Bolsa junto con las del Mercado, y finalmente así lo hice.

    Claramente continué con el querido Mercado, saque más tomas. Logre cerrar una serie que muestre el lugar y no solamente sus chucherías y curiosidades. Que muestre que no es un mercado convencional, que es él, todavía en pie, brillante por su diversidad, lleno historias, alegre y porteño.

    Como conclusión puedo decir que me siento bien con el resultado de ambas series. Pero que valoro mucho más lo que comencé a aprender, lo que ahora soy consciente. Buscar un foco, mi foco, mis ojos no solo deben observar, sino deben aprender a pensar solitos.








1 comentario:

  1. que buena auto-evaluación! realmente se nota que le has sacado provecho al TP.
    (me encanta tu fondo de blog)

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